Feminismo

El feminismo es un movimiento social que defiende la liberación de la mujer y su empoderación, haciéndola consciente de su opresión. Una de las consecuencias del feminismo es la igualdad, pero no el objeto de la lucha. Es decir, no luchamos por la igualdad, se lucha por liberar a la mujer. La igualdad es solo una de las muchas consecuencias.

¿Cuántas corrientes feministas existen?
Hay una gran variación de corrientes, casi todas, surgidas en la primera, segunda y tercera ola. Estas son algunas de las que podemos encontrar.

Anarcofeminismo: es un movimiento que enlaza el feminismo con el anarquismo. Busca la autonomía de la mujer, su emancipación y realización como género particular. Ven el patriarcado como una manifestación de autoritarismo.

Ciberfeminismo: es una forma de posicionarse, una actitud proactiva y feminista que se realiza utilizando las tecnologías de la información y comunicación, como recursos del nuevo espacio público. Promueve la conexión entre las mujeres y la tecnología para investigar y descifrar los códigos de dominación y control de la cultura tecnológica.

Ecofeminismo: la capacidad de las mujeres como impulsoras de una revolución ecológica que aporte y desarrolle una nueva estructura relacional de género entre mujeres y hombres, así como entre la humanidad y el medio ambiente.

Feminismo de la igualdad: denuncia la elaboración de diferencias de género constituidas por el patriarcado como categorías naturales.

Feminismo filosófico: es una línea de pensamiento que ha sabido conectar los conceptos de mujer y filosofía desde un nuevo punto de vista. En el feminismo filosófico han sido las mujeres las que han opinado de la filosofía y las que han hecho filosofía sobre su propia condición, y no la filosofía la que ha opinado sobre éstas.

Feminismo de la diferencia: consideran que los hombres son agresivos, guerreros y depredadores y por tanto, las mujeres no deben entrar en ese juego e intentar imitarlos.

Feminismo liberal: se caracteriza por definir la situación de las mujeres como una desigualdad, no como opresión ni explotación, y por postular la reforma del sistema hasta lograr la igualdad entre los sexos.

Feminismo radical: sostiene que la raíz de la desigualdad social en todas las sociedades hasta ahora ha sido el patriarcado. Las feministas radicales derrocan el patriarcado por medio de su oposición de pretender abolir los roles de género. También se pretende abolir los géneros ya que son constructos sociales con los que elaborar roles para oprimir a la mujer. Además, pretende abolir los trabajos sexuales.

Feminismo separatista: defiende la separación de hombres y mujeres en la sociedad, bien por considerar que hombres y mujeres son en esencia diferentes y esta unión perjudica a las mujeres, o bien por considerar que los roles de género son construcciones sociales con las que hay que acabar, siendo necesario previamente una concienciación masiva de las mujeres, algo que no es posible mientras tengan relaciones con los hombres, pues en general los hombres no se oponen al patriarcado.

Feminismo socialista: postula que la sociedad de clases y la institución del género han de ser eliminadas para que las mujeres determinen libremente las condiciones de sus propias vidas; tanto el patriarcado como el capitalismo son causas de la opresión de la mujer.

Transfeminismo: hay dos definiciones en cuanto a ello. El tranfeminismo liberal que pretende apropiarse del género y quitarle el peso político que tiene, y regularizar los trabajos sexuales. Por otro lado, el radical está llevado por personas transexuales que quieren abolir el género y regularizar los trabajos sexuales.